poeta de tragedias

Cantos paganos adoran tu hermosura diablo del placer,
Hechiceros adornan tú presbiterio,
No altero tu herejía; pero me mimetizo entre tus inquietudes
Y me manifiesto raudo inquieto.
Especulas la apología escrita con tus palmas,
Recitas el espectáculo del averno,
Mi hogar ya hace raudo y esta siendo asechado por los hechiceros de mis pesadillas,
Y no quiero ser parte de tu vileza.
Representas el acto de mi pesar y solo recojo espinas de mi semblanza,
No reacciono; solo escribo, solo plasmo mis manos frente a tu metáfora.
Agujeros del fulgor solo soy un espectro
¿No lo ven…
Que mi atención no tiene el esplendor ni la ascendencia prístina?
Soy un hechicero más del temor,
Ahora solo peregrino asechando en el delirio.

Alas oscuras, rostro fatigado, que silencio en el espacio, solo adornan la tundra oscura.

Risas a lo lejos la lira de los sueños toca el funeral de las rosas tristes, marchitadas y abrumadas.

Pinta y esculpe ángel triste ¿crees poder alegrar mi alma congelada? escúchame, soy un espectro más de tus visiones, caminas en la soledad de las noches reencontrando eso que un día fue efímeramente nublado.

Escribo la odisea de tu corte, espero en el ocaso del abismo y pregunto nuevamente ¿puedes poder alegrar mi alma congelada? vacilas para poder contar tu épica de carácter feudal, no elogies, solo corre a ser sátira de la tristeza.

Solo soy tu artesano que esculpe tus sentimientos sentados en la llanura de las visiones, no intento procesar tu armonía nefasta y la hermosa hipocresía solo quiero ser un Hefesto de tu inocencia vendida, nuevamente ¿crees poder alegrar mi alma congelada?

Querido anónimo hoy escribo de este desolado lugar queriendo manifestar lo tan triste que me siento, ya que la soledad se palpa cada día, en cada segundo que escribo estas letras. Ahora yace mi alma desolada escribiendo y mirando la hermosa vida que dejé hace mucho tiempo. Me arrepiento de no haber disfrutado de las cosas simples que un día en mi vida tuve, ahora solo me hallo en este pedazo de cemento y tierra que muy pocos visitan. Ya nadie se acuerda de mi existencia, sólo en su conciencia yace algún pedacito de recuerdo para este espíritu que después de muerto se sigue cuestionando muchas cosas. Para las almas vagabundas como yo sólo nos queda la ilusión que algún día seremos liberados. En mis recuerdos está la luz del día que iluminaba mi rostro por aquella mañana hermosa. En este lugar sólo hay gritos de lamento y desesperación, a lo lejos se escucha un sonido de un alma cantando que sólo es su único consuelo al igual que yo escribiendo. Sólo quiero dedicar estas palabras a aquellos que aún pueden disfrutar de esa felicidad y vida que no le han sido apartadas...

Bosques del norte, que me guían en aquel camino blanco por la nieve, ese viento de brisa suave de aquel sonido melancólico, esas colinas de bosques verdes que lejanamente se escucha entre ellos susurros de personajes místicos que cuidan celosamente tu historia, tu naturaleza, tu vida, tu presente, pasado y futuro, y día a día estas siendo atacado por aquellas almas que buscan tus espacios, para apoderarse de tu corazón, tu esencia ¿Que puedes hacer con esas almas que te atacan? Si ellos no entienden que también has sufrido, que tienes muchas historias que contar que cualquier alma viviente en la tierra, ese verde refleja tu belleza, tu olor único es mejor que cualquier perfume que existe sobre la tierra…

¿Estaré vivo o muerto? o ¿Solo seré un fantasma vagando por este desierto de almas que se esconden tras aquellas sonrisas de ilusiones que muchas veces, llegan y terminan siendo un sueño?
Sigo caminando y miro esta carnicería de almas que solo piensan en el día a día.
Son seres que solo aman la destrucción .Una vez fui destruido por un ángel; un ángel que me mostró el mundo pintado de hermosas ilusiones. Pero aquel ser luminoso solo era un espectro que escondía su alma oscura bajo un manto blanco.
Fui instrumento de ese ángel y solo cuando me vi destruido, resucite bajo unos escombros de melancolía, tristeza y lágrimas. Hoy que solo me he dedicado a caminar en soledad y dentro de aquella melancolía aparece un ángel luminoso.
Pero ¿Cómo volver a creer en aquello que un día me hizo no creer en las cosas más simples?