Refugio de una tragedia.
Cabalgo en el unicornio blanco, a través de los senderos de la nieve brillante, en lo más inhóspito de los bosques siberianos, alejándome de ti para no volver a caer en este suicidio que me atormenta. No quisiera atravesar nuevamente tus tierras solo, hoy pienso en alejarme de ti y mientras más avanzo, la nieve se hace cada vez mas intensa, el frío se hace insoportable, siento que carcome mis huesos y mi unicornio siempre me acompaña en este viaje que no sé si tiene un fin próximo, pero el brillo de sus ojos me muestra la luz de la esperanza del mañana y cabalga sin cesar a través del frío invierno siberiano. A lo lejos diviso el único rayo de sol que no he visto hace meses; es que hasta la razón de los días he perdido, me siento perdido en este desierto blanco.
Mi unicornio ya me ha abandonado, dio su vida para alimentar mi esperanza y hoy me encuentro muy solo aquí, sin ningún alma viviente que me acompañe en esta travesía, sólo tengo el recuerdo de la esperanza de aquel acompañante y mi corazón que esta muy dañado por el fuerte invierno. Atrás de mí diviso mis huellas que el frío viento las borra al pasar los minutos. Sólo espero que este viaje tenga sentido y no este yendo en círculos y que la esperanza de aquel unicornio me acompañe hasta el día de mi muerte.
Mi unicornio ya me ha abandonado, dio su vida para alimentar mi esperanza y hoy me encuentro muy solo aquí, sin ningún alma viviente que me acompañe en esta travesía, sólo tengo el recuerdo de la esperanza de aquel acompañante y mi corazón que esta muy dañado por el fuerte invierno. Atrás de mí diviso mis huellas que el frío viento las borra al pasar los minutos. Sólo espero que este viaje tenga sentido y no este yendo en círculos y que la esperanza de aquel unicornio me acompañe hasta el día de mi muerte.
28 de abril de 2008, 23:09 lindo texto
como siempre
parece un texto sacado de Miguel Strogoff.
un abrazo.