poeta de tragedias

Y ahí sentada frente al barranco mira el fin de los atardeceres
El lugar donde acaban sus sueños
y se oscurecen sus esperanzas.
El semblante fallecido refleja el olvido
y alienta lentamente el esperado suicido
Ese que algún día estuvo poblado por visitantes
y pesares que solo fueron visiones pasajeras
que quedan en la memoria marchitada.
Algunas ánimas piden atención
Pero son tan volatices dentro de un fin de problemas y calamidades
son solo ,entes del olvido,
miradas con dolor y solo quieren ser arrancadas de la omisión
Porque hasta el abandono, intenta dejar su memoria
Es así que ella aun inmóvil
tiene el deseo de ser feliz,
Así la existencia la siguiera desterrando
Como el mar destierra el pasado.